Inicio » Indicaciones » Dolor de espalda
El dolor de espalda se considera una enfermedad muy extendida. Se estima que en 2018 en los Países Bajos había 2 millones de personas conocidas por el médico de cabecera con un diagnóstico de dolor de cuello y espalda: 871.200 hombres y 1.193.800 mujeres. En todas las edades, las molestias en el cuello y la espalda son más comunes en las mujeres que en los hombres. El número de personas que padecen la enfermedad aumenta con la edad.
Durante la pandemia de covid-19, el gobierno ordenó trabajar en casa tanto como fuera posible, durante este período la expectativa era que las molestias en el cuello y la espalda aumentarían aún más, porque no todos tienen un buen lugar ergonómico para trabajar en casa. Esto es exactamente lo que sucedió y vemos un número creciente de pacientes que piden ayuda con sus dolores de espalda.
Como ocurre con todas las demás enfermedades, es importante reconocer qué causas o fenómenos desencadenan los síntomas a la hora de realizar un diagnóstico. Porque sólo lo que se conoce como causa puede ser tratado como causa. Aquí es donde muchas veces comienzan las dificultades. El dolor es siempre sólo un síntoma. El dolor sólo indica que algo anda mal. La eliminación del dolor es lo más importante para la persona afectada, pero sólo la eliminación de la causa puede traer también la curación. Estar libre de dolor no significa salud.
Las causas del dolor de espalda son numerosas. A menudo es difícil encontrar los momentos desencadenantes y eliminarlos en consecuencia. Las causas del dolor de espalda no siempre residen en la propia espalda. En ocasiones también existen causas completamente diferentes, como por ejemplo urológicas o ginecológicas. Las enfermedades de algunos órganos internos también pueden provocar dolor de espalda. En la mayoría de los casos, las causas del dolor de espalda se adquieren debido a una tensión incorrecta prolongada. El dolor de espalda a menudo también es causado por sobrecargas a corto plazo, como levantar objetos demasiado pesados y rápidos, cargar cargas, cambios en la médula espinal o debido al embarazo y al parto.
Otros desencadenantes también pueden ser problemas genitales, enfermedades esqueléticas como la osteoporosis (atrofia ósea) o el desgaste de la columna o de los discos intervertebrales, pero también lesiones como latigazos cervicales o fracturas de vértebras individuales. Un examen de rayos X o una TC (tomografía computarizada) proporciona resultados rápidamente utilizables.
El estrés psicológico también juega un papel importante, especialmente en los problemas de espalda. El estrés en el trabajo o en la familia también influye.
Cuando el diagnóstico es correcto, los problemas y dolores de espalda pueden tratarse. La acupuntura es el método de tratamiento más eficaz, tanto para aliviar el dolor como para el dolor de espalda crónico.
A través del tratamiento de acupuntura, se libera el bloqueo en varios canales de energía y se promueve un flujo saludable de energía Qi. Esto mejora el suministro de energía a los tendones y discos intervertebrales. Un masaje de acupresión o ventosas se utiliza a menudo en el tratamiento del dolor de espalda. De esta manera, el músculo tenso puede volver a relajarse y liberarse el bloqueo de energía y sangre.
Con dolor de espalda agudo, muchos pacientes experimentan un alivio significativo del dolor después de aproximadamente 5 tratamientos. Para el dolor de espalda crónico, la mayoría de los pacientes logran una mejoría a largo plazo después de aproximadamente 10 tratamientos.
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